Era ella
y nadie lo sabía.
Pero cuando pasaba,
los árboles se arrodillaban.
Anidaba en sus ojos
el ”Ave María“,
y en su cabellera
se trenzaban las letanías.
Era ella.
Era ella.
Me desmayé en sus manos,
como una hoja muerta,
en sus manos ojivales
que daban de comer a las estrellas.
Por el aire volaban
romanzas sin sonido,
y en su almohada de pasos
me quedé dormido.
Gerardo Diego
Felix Mendelssohn
Lied, Canciones sin palabras No. 7 In E Flat Major, Op. 30, No. 1
Lied, Canciones sin palabras No. 7 In E Flat Major, Op. 30, No. 1
Era.. qué poema tan bonito. ¡¡Gerardo Diego!!! Me encanta.
ResponderEliminar¡La imagen me la quedo, con lo que me gustan las mariposas!
Y la música, muy apropiada para el día de hoy.
Besos, Rosa.
Todo lo que quieras para ti.
EliminarUn besazo.
Este poema siempre me ha conmovido.
ResponderEliminarGracias, querida Rosa. Besos.
También a mí.
EliminarGracias a ti, querida poeta.
Buenas noches, Rosa:
ResponderEliminarGerardo Diego no está entre mis autores favoritos, pero este poema es muy bonito.
El dibujo encantador y la música preciosa.
Abrazos
¡Hola, Gelu:
Eliminar:)
Buenas noches.
Es muy bonito, sí, algunos de sus poemas lo son.
Un beso y un abrazo, querida Gelu.
Sí.
ResponderEliminarEra ella.
Si te ha recordado a alguien, era ella, sí.
EliminarAlguien especial, desde luego.
Un beso, Toro.
Sólo puedo decir: ¡M A R A V I L L A!
ResponderEliminar:)
EliminarUn besooooooooooooooooooo ...