Me has arrancado el alma: ya no es mía.
Y, desde que no es mía, mi alma vive.
Era un lugar equivocado y pobre
como los sitios donde no me viste.
Si lo terrible debe ser hermoso,
no era terrible porque era hermosa.
Dije que las trincheras la cruzaban,
pero no había luz ni ruido en ella
y un campo de batalla es luz y ruido.
Podía ser un páramo, un fragmento
desolado de tiempo o la tristeza,
pero en esos espacios hay sentido
y orden e incluso vida vigorosa.
Y mi alma era lo menos o la nada,
ni la torre caída, ni el pantano
donde nunca hubo torres, sino menos,
un no del que no puedo decir nada.
Julio Martínez Mesanza
Duele el poema, verdad?
ResponderEliminarBesos.
Sí, e invita, interpela.
EliminarLa poesía, como él afirma, es esa pasión inestable que llega a tu vida cuando desea y siempre vuelve: la pasión inestable y permanente.
Mesanza representa a esa parte de la poesía contemporánea que asume el arte poético con toda su significación, con todo lo que de revelación tiene. Como un don, como una gracia.
Me gusta mucho este poeta.
¡Que me quita el alma!
¡Que me arrebata mi alma! (o: ¡Que se me va mi alma!) (Jarcha 37)
Él mismo explica que resuenan voluntariamente estos versos de la Jarcha 37 en este poema. Versos tan antiguos, tan de siempre, tan verdaderos.
Pertenece a su poemario "Entre el muro y el foso".
Te dejo otro, responde con vigor ante el materialismo que impera (poemario "Europa"):
DESPUÉS DE HABERME DICHO MUCHAS VECES…
Después de haberme dicho muchas veces
que debía mirar de otra manera
las cosas, y que a nada conducía,
o tan sólo a pobreza y paranoia,
hacer frente al poder organizado
de los inicuos, tomo nuevamente
las armas y, en constante desacuerdo
con el mundo, me enfrento al sincretismo,
a toda ambigüedad y a la tibieza.
Un beso, Toro.
Feliz tarde.
:)
Me has arrancado el alma: ya no es mía.
ResponderEliminarY, desde que no es mía, mi alma vive.
Impresionantes estos dos versos, profundos y nada sencillos de armar.
Sigue el poema, se va creciendo en continente y contenido de manera magistral.
Enorme.
Besos, querida Rosa.
Es enorme, sí.
EliminarEntusiasma.
Un beso, querida Verónica.
Intenso el poema.
ResponderEliminarBesossss
Sí, ya lo creo.
EliminarUn beso, Maite.