La Epifanía del Señor

Epifanía. (s. XIV). Teresa Diez. 

 Iglesia de San Sebastián de los Caballeros, Toro (Zamora)

"En el misterio de la venida y de la adoración de los santos Reyes al Niño de Belén, siempre ha visto la Iglesia la vocación, el llamamiento de los gentiles a participar en la fe de Jesucristo. Para aquel llamamiento misterioso y eficaz se sirve el Señor como instrumento de la estrella, que aparece primero y les guía después. Jesucristo, que viene a ser "luz del mundo", comienza ya a ser luz desde su nacimiento; y es luz en la luz de esa estrella que despierta a los Reyes, los guía, los conduce hasta la cueva de Belén.

Por consiguiente, podemos considerar esta estrella como un símbolo de la vocación de los Magos, puesto que ella hace todos los oficios de la vocación en las almas: despertar anhelos, mostrar un camino, llevar a una entrega y conducir a un fin.

Si nosotros hemos sido llamados a la fe de Jesucristo, es indudable que también nos alumbra la luz de la estrella, mejor dicho, que también tenemos nuestra estrella. (...)

Esta luz tiene en las almas las más hermosas manifestaciones, pero una de ellas es la de ser a manera de estrella interior que alumbra todos nuestros caminos; es como la la estrella de los Reyes Magos. En suma, es la estrella de nuestra vocación".

Josefa Segovia, Institución Teresiana

Franz Liszt - Oratorio Christus

"Levántate, brilla, —dice el profeta dirigiéndose a Jerusalén— porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti"  (Is 60, 1)

¡Feliz Epifanía!