"Quien se deja arrastrar por la belleza, encalla en la playa de Dios".
Sören Kierkegaard
En un catecismo antiguo de la diócesis francesa de Tréguier se encuentra la siguiente pregunta: “¿Qué debo hacer al entrar en la iglesia?”. La respuesta es: “Toma agua bendita, adora al sacramento y marcha alrededor de la nave contemplando las imágenes de las vidrieras”.
Si la rosa fue creada por Dios para el hombre, el rosetón es una rosa de piedra que el hombre creó para celebrar la luz del Creador.
¡Feliz domingo!
Creo que las iglesias sin rosetones no tendrían ese halo mágico que tienen, ni esa invitación al recogimiento.
ResponderEliminarEs verdad, son muy importantes, invitan al recogimiento. Sin descifrar las imágenes, ni explicaciones previas, sobrecogen.
EliminarUn beso muy fuerte.
¡Que hermoso arte!
ResponderEliminarPor mis rumbos no existe eso.
Rosa querida, disculpa que casi no te visite, pero por ahora lo que me falta es mucho tiempo.
Pero como te veo en el blog de Arcen, también a ti te tengo en mis humildes oraciones.
Gracias!!
DTB!!
No te preocupes, María, lo entiendo perfectamente.
EliminarEs bueno encontrarnos en el blog de Arcen. También te tengo en la oración.
Gracias a ti, querida María.
Un beso fuerte.
El arte, el de verdad, no puede por menos que llevarnos a Dios. La catedral de León es de lo mejor que he visto en vidrieras, toda una joya, que si, como decía ese catecismo, sólo con mirarlas...uno ya ora y contempla.
ResponderEliminarUn saludo en Cristo.
Es verdad, Caminar, yo también lo siento así.
EliminarUn beso grande.
Gracias.
Muy querida Rosa te invito a que te unas a nosotros, Blogueros con el Papa, te dejo esta entrada http://www.bloguerosconelpapa.org/2013/03/amigos-la-iglesia-necesita-de-sus-blogs.html
ResponderEliminarQuiera Dios que digas sí, y en algunas ocasiones nos regales un post.
Gracias!!
DTB!!
Claro que digo SÍ, sin dudarlo, querida María.
EliminarMuchas gracias a ti.