Capilla de Santa Teresa. Catedral de León
El gran paso que inclinó su vida hacia lo extraordinario, lo relata en el Libro de la Vida, cuando dice: «Estaba ya muy desconfiada de mí y ponía toda mi confianza en Dios».
“.… considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas…y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma… la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración, no digo más mental que vocal; que como sea oración, ha de ser con consideración; porque no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labios…”
“.… considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas…y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma… la puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración, no digo más mental que vocal; que como sea oración, ha de ser con consideración; porque no advierte con quién habla y lo que pide y quién es quien pide y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labios…”
Castillo Interior o Las Moradas. (Santa Teresa de Jesús).
La oración es el mayor bien que podemos tener en esta vida (V 7, 10). La oración es el remedio para todos los males, dejar la oración es perder el camino. (V 19, 13). Con la oración se reciben todas las gracias y mercedes. Santa Teresa había probado cómo estaba su alma sin oración. “Así que todo lo veía trabajoso, como el que está metido en un río, que a cualquier parte que vaya de él teme más peligro, y él se está casi ahogando” (V 23, 12).
“Las almas que no tienen oración son como un cuerpo paralítico o tullido que, aunque, tiene pies y manos, no los puede mandar...” (1M 1, 6) .
En ella y por ella descubre las grandes verdades (F 10, 13). Orar es “ver verdades” (V 19, 12), es “a donde el Señor da luz para entender verdades” (F 10, 13), “de ver tantas verdades y tan claras”(CC 1, 25). En ella encuentra y trata a Dios como padre y como hermano y como señor y como esposo (CV 28, 3). Santa Teresa destaca la presencia de Dios dentro de cada persona. “Ya sabéis que Dios está en todas partes... Pues mirad que dice san Agustín que le buscaba en muchas partes y le vino a hallar dentro de sí mismo”(C 28, 2). Por eso el recogerse es fundamentalmente “entrar dentro de sí con su Dios” (C 28, 4).
Esta entrada es toda una invitación a la reflexión. Me ha encantado, gracias Rosa.
ResponderEliminarBuen finde.
Un beso.
Maestra de oración, una guía constante.
EliminarMe alegro de que te sirva.
Gracias y un beso, Mari Carmen.
Buen finde.
Siempre fue para mi, maestra de todo y amiga, pero se queda una tan lejos de esta santa tan unida a la voluntad de Dios..,
ResponderEliminarYa Besiños de domingp, querida Rosa
Sí, compañera de viaje y de vida, amiga ...
EliminarUn ejemplo a seguir ...
Besiños, querida Militos, muchos, muchos ...
Un beso y gracias por esta entrada tan reflexiva.
ResponderEliminarUn beso, querida Amalia.
EliminarGracias a ti.
Una auténtica guía de vida. Me encanta tu entrada.
ResponderEliminarGracias Rosa.
Besos
Espero que hayas pasado un día de santa Teresa muy feliz.
EliminarUn beso y gracias a ti, querida Maite.