Filósofo dominico y teólogo.
Doctor de la Iglesia, llamado "Doctor Angélico".
Autor de la Suma Teológica, obra insigne de Teología.
Patrón de las escuelas católicas y de la educación.
Los seres dotados de inteligencia desean existir siempre, y un deseo natural no puede existir en vano.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) es uno de los teólogos más sobresalientes del catolicismo, y alguien imprescindible en la historia cuando se quiere comprender la evolución histórica del diálogo entre la fe y la razón. A principios del siglo XIII, se hicieron sentir con fuerza las enseñanzas de Aristóteles, gracias a una escuela de filósofos llamados averroístas, que se guiaban por los comentarios de Averroes y otros eruditos islámicos en la obra del gran filósofo macedonio. Sus enseñanzas atrajeron la atención sobre la importancia del conocimiento empírico, y llegaron a afirmar que la filosofía era independiente de la revelación.
Llegó a convertirse en un auténtico conflicto para la Iglesia en su tiempo, al amenazar la autoridad de las Sagradas Escrituras, tal y como eran comprendidas, ante el avance de la autoridad de Aristóteles. Santo Tomás de Aquino venció con brillantez la disputa, al afirmar que existen dos caminos para llegar a Dios. Un camino es a través de la fe y la revelación, y otro a través de las observaciones hechas por los sentidos. Por tanto, no existe una contradicción entre la fe y la razón. La razón nos viene de Dios, por tanto la fe no la niega, más bien es capaz de explicar realidades que no pueden ser explicadas por las ciencias positivas. Por ejemplo, observando la naturaleza llegamos a comprender sus leyes internas, sus dinamismos. Las Sagradas Escrituras no pueden explicarnos la Ley de Gravitación Universal, porque básicamente no es un libro de ciencia. Observando la naturaleza y el universo, su maravillosa diversidad, complejidad, belleza y orden, llegamos a intuir la existencia de Dios, pero sólo a través de la Biblia conocemos cómo es Dios. Además, en la ordenación de la naturaleza según la veía Aristóteles, en la cual se percibía un incremento de la complejidad, de la materia muerta a la materia viva, y de ahí a las plantas animales y posteriormente al hombre, podía intuirse la existencia de Dios como ser supremo y perfecto.
Tentación de santo Tomás de Aquino. Diego Velázquez
Santo Tomás logró crear una síntesis entre fe y razón, en la que armonizaba el pensamiento de Aristóteles con el cristianismo, y donde había lugar para la filosofía de san Agustín, y grandes pensadores judíos e islámicos. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII recomendaba que la filosofía de santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas católicas.
Fe y razón en el pensamiento de Jacques Maritain en el siglo XXI. Jorge A. Núñez
Revista Vitral No. 77 * año XIII * enero-febrero de 2007
Fantástica entrada sobre el "buey mudo". Si siguiera vigente la filosofía tomista en tantas cátedras universitarias, "otro gallo nos cantaría".
ResponderEliminar¡Gracias!
Ni tanto, estoy completamente de acuerdo, la escolástica es muy importante. De todas formas todavía no lo han tocado, tiene más suerte que mi querido san Agustín, que sí se han atrevido ¡vamos! ¡me pongo de malhumor cuando lo pienso!
EliminarLa filosofía de santo Tomás "arma", es densa pero muy clara, si puedes mira el blog, es muy bueno, trata, entre otras cosas, del concepto de Dios a través de los distintos períodos de la historia del pensamiento. Muy didáctico.
Un beso.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy buena entrada, solo quería puntualizar que la foto no es de "Santo Tomás de Aquino" si no de "San Lorenzo".
ResponderEliminarUn saludo
Toda la razón, lo acabo de comprobar; efectivamente, no es santo Tomás de Aquino, sino san Lorenzo. Es una foto muy buena.
EliminarMuchas gracias por el aviso.
Saludos.