Virgen de la rosa, Catedral de Salamanca
El rezo del santo Rosario surgió en el año 800 a la sombra de los monasterios, como "Salterio de los laicos".
Rosario significa "ramillete de rosas", que ha representado para la Cristiandad una fuerza para abrir brecha en el Corazón de Dios. En 1569, el papa Pío V, en una Encíclica, recomienda rezar el Rosario tal como se reza ahora.
Santo Domingo de Guzmán y el Rosario
Domingo de Guzmán nació en Caleruega (Burgos) en 1171. A los seis años fue entregado a un tío suyo, arcipreste, para su educación literaria. Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología. Una gran hambre sobrevino a toda Castilla en 1191. Domingo no comprendía como a él no le faltaba nada y estuviese rodeado de valiosos códices y libros, mientras otros carecían de lo indispensable para vivir. Y entregó todo su ajuar a los pobres, sus códices más preciados. Oía constantemente: "Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado". Un día llegó a su presencia una mujer llorando y diciendo: "Mi hermano ha caído prisionero de los moros". Domingo decide venderse como esclavo para rescatarlo. Este acto conmovió a Palencia, donde entonces vivía.; el Obispo de Osma, que andaba buscando hombres notables para el Cabildo, le ofreció una canonjía, cuando Domingo tenía 24 años. Poco después, fue ordenado sacerdote.
Stefano Da Zevio, Madonna del Rosario
Museo de Castelvecchio, Verona
Virgen del Rosario, santo Domingo y santa Catalina de Siena - frente -
san Francisco de Asís, santo Tomás de Aquino - izquierda -
santa Catalina Mártir y santa Catalina de Ricci - derecha -
(Luca Giordano, 1657, Museo Nacional de Capodimonte, Nápoles)
En 1207, empieza una nueva etapa en la vida de Domingo. Con algunos compañeros se entrega a la vida apostólica, vive de limosna, renuncia a toda comodidad, camina a pie y descalzo, sin casa y sin más ropa que la puesta, y comprendiendo la necesidad de instruir a aquellas gentes incultas, determinó que su Orden fuera una Orden de Predicadores, los frailes dominicos, dispuestos a recorrer pueblos y ciudades para llevar a todos la luz del Evangelio.
Una noche, estando en su convento de Prouille, en la capilla, le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues no estaba logrando casi nada. La Virgen se le apareció en la capilla, con un rosario en su mano y le enseñó a rezarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían. Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Lo predicó, y con gran éxito por que muchos volvieron a la fe. Agotado de tanto predicar, le dijo la Virgen:
"Domingo, siembras mucho y riegas poco". Esta experiencia de María, le persuadió a orar más. El 21 de enero de 1217, el Papa Honorio III aprobó la obra de Domingo, la Orden de los Dominicos. Al haberse extendido la herejía de los cátaros y albigenses por Italia, el Papa Honorio III quiso dar una gran misión, y encomendó la dirección a Domingo. Así comenzó a propagar el rezo del Rosario. Muchos hombres se unieron a la obra de Domingo, y así se fueron extendiendo los misioneros. Ellos difundieron el rosario, que se convirtió en la oración predilecta durante dos siglos.
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Anónimo, Virgen del Rosario, santo Domingo y santa Catalina de Siena |
La humildad de santo Domingo es una actitud evangélica, que brota de una honda experiencia de Dios y de un profundo conocimiento de si mismo en el Señor. Su humildad no es una forma de comportarse ante los hombres; es una forma de ser en Cristo. Por encima de todo la caridad. La caridad es el núcleo del seguimiento radical de Cristo, y el núcleo del perfil evangélico de Domingo. El testamento de Domingo es muy sencillo: caridad, humildad y pobreza.
Caravaggio, La Virgen entrega el Rosario a santo Domingo
Museo de Historia del Arte, Viena
Este gran lienzo, pintado probablemente para el altar de la iglesia de santo Domingo en Nápoles, fue realizado en los escasos meses que Caravaggio pasó en Nápoles, a finales de 1606 y principios de 1607.
La Virgen adorada por los fieles. Los personajes presentan el rostro y el aspecto de los pobres, los más desfavorecidos, con sus pies sucios, como muestra de la humildad de su condición. La escena se plantea en tres niveles: abajo, arrodillados ante santo Domingo, que sostiene los rosarios, se encuentran los pobres y los personajes del pueblo, que no rezan directamente ante la Virgen sino que imploran la protección de los monjes. Entre ellos, y mirando directamente al espectador, está el retrato del personaje que encargó y pagó el cuadro para la iglesia dominica, el donante, con la gorguera, probablemente perteneciente a la noble familia Colonna. Los monjes aparecen en un segundo nivel, más serenos y con los ojos vueltos hacia la Virgen, o mirando directamente al espectador e invitándole a participar en la escena. Son los elementos de unión entre los fieles y su Madonna, los que reclaman la intercesión divina para ellos. La Virgen mira a santo Domingo y señala a los fieles mientras el Niño se gira para mirar al espectador, el fiel real en el supuesto de la época, a todos nosotros.
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Jan van Eyck, Virgen de la fuente
Museo de Amberes |
En 1978, el Papa Juan Pablo II pronunció, poco después de ser elegido Pontífice, esta frase en la Plaza de San Pedro: “Mi oración preferida es el Rosario” (29 de octubre) y en muchísimas ocasiones recomendó esta hermosa práctica de piedad. Ha dicho: “El Rosario es una escalera para subir al cielo. “Es la oración más sencilla a la Virgen, pero la más llena de contenidos bíblicos". En el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya dijo: “El Rosario es nuestra oración predilecta. Cuando la rezamos, está la Santísima Virgen rezando con nosotros. En el rosario hacemos lo que hacía María, meditamos en nuestro corazón los misterios de Cristo”. El Papa emérito, Benedicto XVI, es también un entusiasta del Rosario.
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William-Adolphe Bouguereau, La Madonna de las rosas |
Rosario significa corona de rosas.
Es decir, que cuantas veces se reza el Rosario se coloca sobre la cabeza de Jesús y de María una corona compuesta de rosas blancas y rosas encarnadas del paraíso, que jamás perderán su hermosura ni su brillo. La Santísima Virgen aprobó y confirmó este nombre de Rosario, revelando a varios que le presentaban tantas rosas agradables cuantas avemarías rezaban en su honor y tantas coronas de rosas como Rosarios.
La rosa es la reina de las flores y, del mismo modo, el Rosario es la rosa y la primera de las devociones, y por ello la más importante de todas.
Bernard van Orley (Escuela flamenca), Virgen con el Niño
Museo del Prado
María sostiene en su mano una pera, uno de los frutos de Paraíso, lo que la presenta como la nueva Eva. El Niño, sentado en sus rodillas, juega con el contario o rosario alusivo a la Pasión.
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Diego Velázquez, La dama del abanico
Colección Wallace |
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Leandro Bassano, Retrato de una viuda en sus devociones
Colección privada
El Rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del Rosario, y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al Rosario.
Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano:
1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida. 2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario. 3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías. 4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas. 5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá. 6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna. 7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos. 8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados. 9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario. 10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular. 11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente. 12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario. 13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial. 14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús. 15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.
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Anónimo. Escuela flamenca |
Tanto la Virgen de Lourdes en su aparición de 1858 como la de Fátima en 1917, pidieron a sus aparecidos que rezasen el Rosario.
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Anónimo. Meditación de los misterios del Rosario |
Cada misterio tiene una virtud. Por ejemplo, los misterios gozosos:
1- La Anunciación a Nuestra Señora. La humildad.
2- La Visitación a Sta. Isabel. La virtud de la Caridad.
3- El Nacimiento de Nuestro Señor. El desapego a lo material
4- La Presentación del Niño. El ofrecimiento de nuestro ser al Padre.
5- La pérdida en el Templo. El Celo Apostólico
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Padre Pío de Pietrelcina |
¿Hay oración mas bella que aquella que nos enseñó la Virgen misma?
Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración... (Padre Pío)
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Ambrogio Bergognone, Virgen con el Niño y el rosario |
Lo he leído esta mañana y me ha parecido muy esperanzador y necesario. Corresponde a la "Revista el Santo", de los padres capuchinos, abril de 2013:
Diez millones de rosarios este Año de la Fe
En este Año de la Fe deseamos unir fuerzas espirituales. SANTO ROSARIO. FUERZA EVANGELIZADORA.
"El rezo del Rosario nos permite poner nuestros ojos y nuestro corazón en Jesús, como su Madre, modelo insuperable de contemplación del Hijo. Al meditar los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos, recitando las Avemarías, contemplamos todo el misterio de Jesús, desde la Encarnación a la Cruz y la gloria de la Resurrección; contemplamos la íntima participación de María en este misterio, y nuestra vida en Cristo hoy también está tejida de momentos de alegría y de dolor, de sombras y de luz, de contrariedades y de esperanzas". (Benedicto XVI)
Orar con el Rosario es clave pascual y gloriosa, es pasar de la muerte a la vida, de la tristeza a la alegría, de la división a la fraternidad. Nos hemos propuesto rezar 10 millones de rosarios. O sea, encontrar miles de personas que demuestren a la sociedad actual la fuerza evangelizadora del Santo Rosario. Creemos que es posible: de hecho, desde que comenzó el Año de la Fe hasta el 1 de enero, ya hemos conseguido 1.392.247 rosarios rezados.