Caspar David Friedrich. Mañana de Pascua Museo Thyssen-Bornemisza
Caspar David Friedrich consigue infundir al paisaje un contenido simbólico que conecta con el espectador. Todo en esta obra tiene un significado: la luna y el amanecer se relacionan con la muerte y con la esperanza de la vida eterna, y la estación del año elegida, que anticipa la primavera, con la resurrección. El paisaje en Friedrich adquiere una profunda interpretación religiosa.
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Thomas Cooper Gotch. Aleluya |
«¡Despierta, gloria mía!, ¡despertad, cítara y arpa!, ¡despertaré a la aurora! Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza las nubes» (Sal 57 [56] 9-11).
Ángel (detalle de la Trinidad). Francesco Pesellino y Fra Filippo Lippi
Resurrección de Cristo (detalle). Rafael de Sanzio
Esta obra, llamada Gloria en Re Mayor RV 589, más conocida como el Gloria de Vivaldi, (fechada en 1713) es una obra sinfónico-coral basada en el texto litúrgico del Gloria, que forma parte del ordinario de la misa.
Es propio de los tiempos de Pascua y Navidad, omitiéndose en Adviento y Cuaresma.
" (...) la gran tradición cultural de la fe tiene una enorme fuerza de presente: lo que en los museos puede ser únicamente un testimonio del pasado que se contempla con asombro y nostalgia, en la liturgia se convierte en presente siempre vivo. Sin embargo, ni siquiera el mismo presente está condenado al silencio en la fe. Quien observe con atención se dará cuenta de que incluso en nuestro tiempo han surgido y surgen de la inspiración apoyada en la fe obras de arte muy significativas, tanto en el ámbito de las imágenes, como en el de la música (así como en el campo de la literatura).
También hoy, la alegría provocada por Dios y por el encuentro con su presencia en la liturgia constituye una inagotable fuerza de inspiración. Los artistas que se comprometen a esta tarea ciertamente no tienen por qué considerarse como la retaguardia de la cultura, porque la libertad vacía que los otros dejan tras de sí, se harta de sí misma. El humilde sometimiento a lo que les precede es origen de la auténtica libertad y les conduce a la verdadera altura de nuestra vocación como seres humanos".
Música desde la Iglesia de San Ignacio de Loyola (Roma)
¡Gloria, gloria, gloria, gloria
In excelsis Deo, in excelsis Deo,
Gloria, gloria, gloria, gloria in excelsis Deo.
Gloria, gloria in excelsis Deo,
Gloria in excelsis, Gloria in excelsis Deo,
Gloria in excelsis Deo,
In excelsis,
Gloria in excelsis Deo!
¡Gloria a Dios en el cielo!In excelsis Deo, in excelsis Deo,
Gloria, gloria, gloria, gloria in excelsis Deo.
Gloria, gloria in excelsis Deo,
Gloria in excelsis, Gloria in excelsis Deo,
Gloria in excelsis Deo,
In excelsis,
Gloria in excelsis Deo!
Te robaré cosas de esta entrada, que lo sepas.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Y muy bien traidas las palabras de Benedicto XVI, que hoy es su cumpleaños.
Besos.
Todo tuyo, para eso está, para compartirlo...
EliminarMe alegro de que te guste, las palabras del entonces cardenal Josep Ratzinger son maravillosas, elevan...
Gracias por informarme de su cumpleaños.
Un beso, amiga.