Cuando todo se aquieta
en el silencio, vuelvo
al borde de la cuna
en que mi niño duerme
con ojos tan cerrados
que apenas si podría
entrar hasta su sueño
la moneda de un ángel.
Vicente Romero Redondo. Maternidad |
Dejados al abrigo
de su ternura asoman
por la colcha en desorden,
muy cerca de sus manos,
los juguetes que tuvo
junto a sí todo el día,
ensayando un afecto
al que ya soy extraña.
Vicente Romero Redondo. Maternidad |
Quien a mí estuvo unido
como carne en mi carne,
un poco más se aparta
cada instante que vive;
pero esa es mi tristeza
y mi alegría a un tiempo,
porque se cierra el círculo
y él camina al amor.
Qué preciosidad, Rosa,al leerlo y contemplar los maravillosas imágenes que hae encontrado, se me abre el hueco en el alma de la ausencia de mis bebes, me duele, ha pasado todo tan deprisa, pero es muy bonita esta entrada, aunque melancólica.
ResponderEliminarEs verdad, Militos, pasa todo muy deprisa, pero bueno, lo importante es que estén bien, y tú eres una campeona, nos enseñas a todas mucho.
EliminarUn beso muy fuerte,querida Militos.
Espectacular tu post, un alarde de sensibilidad en versos e imágenes.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, mamá tierna.
EliminarUn beso muy fuerte, querida Tracy.
Amor, amor de madre.
ResponderEliminarAmor que fue santificado por Dios, a través de su Hijo Jesús.
Bellísimo poema y bellísimas las imágenes.
Gracias por esa sensibilidad que se encuentra en todo lo que compartes.
Un abrazo muy grande, querida amiga
Es que el amor de madre, es imposible de describir, es el todo. Aunque el amor de padre es igual, ni te cuento el entusiasmo que tiene mi marido con sus hijas...
EliminarGracias, querida Clarissa, tu sensibilidad si que es enorme.
Un beso muy fuerte.
¡Feliz Domingo de la Divina Misericordia!
ResponderEliminar¡Que bella tu entrada Rosa, cuanta ternura!
¡Gracias querida amiga, eres exquisita!
Un abrazo grande. Bendiciones!!!
¡Feliz domingo para ti también!
EliminarGracias, querida Marian.
Un beso muy fuerte.