Edmund Charles Tarbell, Muchacha con el violín (La violinista)
Johan Sebastián Bach: Adagio de la Sonata No. 1 para violín solo. Hilary Hahn
Beethoven: Concierto para violín. Romance. Ann Fontanella
Tchaikowsky.: Concierto para violín en D mayor, op. 35
Se cuenta que, en cierta ocasión, Nicolo Paganini (1782-1840), considerado como uno de los más grandes violinistas de todos los tiempos, se disponía a actuar ante un numeroso y entregado público, cuando comprobó con consternación que el violín que tenía en sus manos no era el suyo.
En ese momento, según explicó después, se sintió angustiado, pero comprendió que debía iniciar el concierto y así lo hizo. Las crónicas relatan que fue una de sus mejores interpretaciones. Una vez finalizada su actuación, Paganini comentó con uno de sus compañeros de orquesta: "Hoy he aprendido la lección más importante de toda mi carrera. Hasta hace escasos momentos creí que la música estaba en el violín, pero me he dado cuenta que la música está en mí, y el violín sólo es el instrumento por el cual mis melodías llegan a los demás".
Joseph Decamp, El violín
"El violín es el símbolo principal, el arco es algo personal pero el violín es el alma de la humanidad. Además, el pequeño pedazo de madera que sostiene la tapa es el alma...Y el ajuste del alma es una cosa muy delicada porque el menor movimiento que no permite la adhesión completa impide que la sonoridad se exprese por completo".
Yehudi Menuhin
Thomas Cooper Gotch., Mrs Fielden violinista
Mendelssohn.
Hilary Hahn
Erica Miles, Emma con el violín
"La música es un eco del mundo invisible".
Giussepe Mazzini
Erich Wolfgang Korngold: Concierto para volín mov 2.
Exquisito
Exquisito
Emma Irlam Briggs, La violinista
"La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón".
Lucie Geffré, La violinista
"La música es tan fuerte que puede cambiar tu ánimo y sentimiento".
Paolo Giovanni Bedini, La violinista
Pierre Auguste Renoir, Las hijas de Catulle Mendès, Huguette (1871–1964), Claudine (1876–1937) y Helyonne (1879–1955)
Edmond Francois Aman-Jean, La joven violinista
"El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla".
Robert Browning
Massenet: Meditación de Thais
Anne-Sophie Mutter
Sublime esta entrada. Bellas imágenes, y los vídeos elegidos. El de Tchaikovski es de mis preferidos. Iré escuchándolos todos tranquilamente.
ResponderEliminarDesconocía la anécdota de Paganini, y me ha encantado.
¡Qué tengas una buena semana!
Me alegro de que te guste; coincido con Tchaikovsky, me encanta.
EliminarBuena semana para ti también.
Un beso.
Estoy de acuerdo, Rosa, "El violín es el alma de la humanidad" No hay otro instrumento igual, tampoco hay otro Paganini.
ResponderEliminarEstoy en la playa de San Juan con julio, pero tengo el portátil, así que todo el día pendiente de lo que ya sabes y sin ganas de escribir.
Me encanta tu post, maravilloso!!
Un beso desde el Mediterráneo.
¡Qué suerte!, descansa que el mar relaja mucho. Seguimos sin noticias, Militos, cuesta no saber nada...ojalá se arregle todo pronto...
EliminarUn beso grande.
Me encanta tu blog, es una maravilla!!! La idea de esta combinación que arte, cultura... y cocina me ha quedado sin palabras.
ResponderEliminarAcabo de descubrirte a traves d otro blog, y me quedo a seguirte por que tienes temas para rato.
Un beso y feliz día.
Gracias por tu visita y amable comentario.
Eliminar¡Bienvenida!
Un beso y feliz día también para ti.
Buenas tardes mi querida Rosa,hace algún tiempo que no sé de usted, yo por más que quiera no puedo llegar a todos, así que hoy hago estancia en su casa.
ResponderEliminarUna buena entrada de música y pintura. Compongo música sacra y en cierta ocasión habíamos comprado en mi comunidad un nuevo órgano con tres teclados y otro de pedal, era la hora de la siesta y me fui al coro sólo con la idea de probar el nuevo órgano, algo muy desconocido para mí.Sin saber cómo empecé a tocar las teclas como si delante tuviese una partitura, nunca mis dedos se habían deslizado con tanta soltura por un teclado, no sabía cuando terminar lo que estaba tocando, era una música muy bella. Por fin, ya exhausta terminé. Detrás estaba el Sagrario, pero me di cuenta que estaba alguien más escuchando mi música. Comprendí en ese momento que la música estaba dentro de mí y que tocaba no por mis conocimientos, sino porque Dios estaba dirigiendo cada nota, cada compás de esa bella composición.
Nada es nuestro y de nada nos podemos orgullecer cuando se descubre que lo bello pertenece a Dios y que sólo somos su instrumento.
Gracias
Con ternura
Sor.Cecilia
Muchas gracias por compartirlo, querida sor Cecilia; una experiencia muy bella. Dios está en todo, en todo lo que hacemos y somos, es verdad, solo somos instrumentos en sus manos, y estas experiencias nos hacen que lo sintamos más vivamente. Nada es nuestro, todo se lo debemos. A veces nos damos cuenta con más claridad, pero siempre está.
EliminarMe alegro mucho de encontrarla. Retomaré pronto la actividad habitual, últimamente casi no tengo tiempo de nada, y me hace mucha ilusión "verla" y sentirla.
Un beso muy fuerte, con mucho cariño.
!Ay! qué sorpresa he tenido, acabo de ver que estaba usted con un comentario en mi escritorio.Gracias
ResponderEliminarUna brazo
Sor.Cecilia
Un beso muy fuerte, querida sor Cecilia.
EliminarPor favor, no me trate de usted...
Magnífica entrada con un gran aporte cultural.
ResponderEliminarTe mando un abrazo y me enhorabuena.
¡Gracias, Amalia!
EliminarUn beso.