jueves, 13 de junio de 2013

San Antonio de Padua



 
San Antonio de Padua. Catedral de León


 
San Antonio de Padua, en sus inicios en 1210, fue monje agustino en Coímbra. En 1220 se convirtió en fraile franciscano.
León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes.
En 1946, Pío XII le proclamó  "Doctor de la Iglesia", bajo el título de "Doctor evangélico". Es verdaderamente extraordinaria su intercesión.
   
"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree".  San Antonio
 
 
REZO A SAN ANTONIO

Oh bendito San Antonio, el más gentil de todos los santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas, te hicieron merecedor, cuando estabas aquí en la tierra, de poseer poderes milagrosos. Los milagros esperaban tu palabra, que tú estabas siempre dispuesto a hablar por aquellos con problemas o ansiedades. Animada por este pensamiento, te imploro obtengas para mí… (menciona tu petición). La respuesta a mi rezo puede que requiera un milagro, pero aun así, tú eres el santo de los milagros.

Oh gentil y querido santo, cuyo corazón siempre esta lleno de compasión humana, susurra mi petición a los oídos del dulce Niño Jesús, a quien le gustaba estar entre en tus brazos, y por siempre tendrás la gratitud de mi corazón.

Rezar 13 padrenuestros, avemarías y glorias.
 
 
Para mi querido amigo Arcendo (Hoja, La Hoja del Arce), que por la intercesión de san Antonio, Dios le ayude en su recuperación.
Amén.
 
   
La canción que me enseñó mi padre: Canción de los pajaritos. Vida de san Antonio
 
 

 

Divino Antonio precioso,
suplicad al Dios inmenso
que por tu gracia divina
alumbre mi entendimiento.

Para que mi lengua
refiera el milagro
que en el huerto obraste
de edad de ocho años.

Desde niño fue criado
con mucho temor de Dios,
de sus padres estimado
y del mundo admiración.

Fue caritativo
y perseguidor
de todo enemigo
con mucho rigor.

Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente,
que mantenía su casa
con el sudor de su frente.

Y tenía un huerto
donde recogía
cosechas del fruto
que el tiempo traía.

Por la mañana un domingo,
como siempre acostumbraba,
se marchó su padre a Misa,
cosa que nunca olvidaba.

Y le dijo: "Antonio
ven aca, hijo amado,
escucha, que tengo
que darte un recado.

Mientras que yo estoy en Misa
gran cuidado has de tener,
mira que los pajarillos
todo lo echan a perder.

Entran en el huerto,
pican el sembrado,
por eso te advierto
que tengas cuidado."
 

San Antonio de Padua predicando a los peces, Benlliure y Gil

 
Cuando se ausentó su padre
y a la iglesia se marchó,
Antonio quedó cuidando
y a los pájaros llamó.

Venid, pajaritos,
dejad el sembrado,
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado.

Para que mejor yo pueda
cumplir con mi obligación,
voy a encerraros a todos
dentro de esta habitación.

Y a los pajarillos
entrar les mandaba,
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban.

Por aquellas cercanías
ningún pájaro quedó
porque todos acudieron
cuando Antonio los llamó.

Lleno de alegría
San Antonio estaba,
y los pajarillos
alegres cantaban.

Al ver venir a su padre
luego les mandó callar,
y llegó su padre a la puerta
y comenzó a preguntar:

"¿Qué tal, Antoñito?
ven acá hijo amado,
¿de los pajaritos
qué tal has cuidado?"

El hijo le contestó:
padre, no tenga cuidado,
que para que no hagan daño,
todos los tengo encerrados.

El padre que vio
milagro tan grande,
al señor obispo
trató de avisarle.

Acudió el señor obispo
con grande acompañamiento,
quedando todos confusos
al ver tan grande portento.

Abrieron ventanas,
puertas a la par,
por ver si las aves
se quieren marchar.
  
 
San Antonio de Padua con el Niño. Bartolomé Esteban Murillo


Antonio les dijo entonces:
señores, nadie se agravie,
los pajarillos no marchan
hasta que yo se lo mande.

Se puso a la puerta
y les dijo así:
¡Ea, pajarillos,
ya podéis salir!

Salgan cigüeñas con orden
águilas, grullas y garzas,
gavilanes y abutardas,
lechuzas, mochuelos y grajas.

Salgan las urracas,
tórtolas, perdices,
palomas, gorriones
y las codornices.

Salgan el cuco y el milano,
burla pastor y andarríos
canarios y ruiseñores,
tordos, gafarrón y mirlos.

Salgan verderones,
y las corderinas,
y las cogujadas,
y las golondrinas.

Al instante que salieron
todas juntitas se ponen,
escuchando a San Antonio
para ver lo que dispone.

Antonio les dijo:
No entréis en sembrados,
marchad por los montes,
por riscos los prados.

Al tiempo de alzar el vuelo,
cantan con dulce alegría,
despidiéndose de Antonio
y la insigne compañía.
 

San Antonio de Padua (detalle), El Greco


El señor obispo,
al ver tal milagro,
por diversas partes
mandó publicarlo.

Árbol de grandiosidades,
fuente de la caridad,
depósito de bondades,
padre de inmensa piedad.

Antonio divino,
por tu intercesión,
todos merezcamos
la Eterna Mansión.

 
   

6 comentarios :

  1. Querida Rosa: Ya he rezado contigo por Arcendo, con esa oración preciosa que no conocía. Tiene que escucharnos, tiene que llevar nuestros ruegos al Padre, no puede fallar.

    Me ha impresionado tu post por la profundidad y las maravillosas imágenes.
    Gracias de corazón

    Estoy deseando regresar a Madrid para hacer algunas averiguaciones, no puedo ya con esta situación, pero Julio no quiere volver hasta el 18, ya veremos...
    Es impresionante lo mucho que reza todo el que le conoce por internet, todos preguntando por Arcendo muy inquietos.

    Un beso con todo mi cariño.

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    1. No te preocupes Militos, nos escucha siempre. Nos escucha...

      Es normal que recemos todos por él, es una persona tan generosa con todos, que es normal que todos estemos pendientes. Deseo de todo corazón que se recupere, quiera Dios que se alivie un poco con nuestras pequeñas oraciones y que pronto pueda regresar a casa. Pero solo Dios sabe sus planes, Militos, nosotros solo podemos rezar por nuestro querido amigo. Ten calma, que Dios está siempre.

      Un beso muy grande. Ten calma.

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  2. En este día siempre me acuerdo de mi madre que era una fan absoluta de él

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    1. Mi padre también; la canción que he dejado la cantábamos juntos...

      Un beso muy fuerte, Tracy querida.

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  3. Me sumo a la oración. Un abrazo

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