En la ópera. Seymour Joseph Guy
El barbero de Sevilla (Il Barbiere di Siviglia) de Gioachino Rossini, es una ópera en dos actos, basada en la comedia homónima de Pierre-Augustin de Beaumarchais, que se estrenó en Roma el 20 de febrero de 1816. El propio Rossini llegó a afirmar que la escribió en solo ¡trece días!
Considerada una de las obras maestras de la música, curiosamente la primera representación fue un fracaso desastroso, la audiencia silbó y abucheó y ocurrieron varios accidentes en escena.
Ambientada en la Sevilla de finales del siglo XVIII, la trama cuenta los enredos de una pareja integrada por el conde de Almaviva y Rosina, pupila del médico Bartolo, quien para ganar la dote de la muchacha quiere casarse con ella. Para evitarlo, la pareja se vale de la ayuda del barbero de la ciudad, Fígaro, quien con una serie de enredos logra engañar al tutor y unir en feliz matrimonio a los enamorados.
La música es genial, chispeante, ¡alegre!. Os dejo dos de los fragmentos más bellos, correspondientes al Primer Acto I, Escena I:
Después de la Obertura, el Primer Acto comienza con la bellísima serenata (cavatina) del conde Almaviva (el tenor Alfredo Kraus), haciéndose pasar por el estudiante Lindoro, bajo el balcón de Rosina.
La cavatina (una melodía simple, menos brillante que un aria) “Ecco, ridente in cielo” dice así:
Risueña en el cielo despunta la bella aurora, ¿y tú no apareces aún y puedes dormir así? Aparece, mi dulce esperanza, ven, bello ídolo mío; haz menos cruel, oh Dios, la flecha que me hirió. ¡Oh suerte! Ya veo su amado rostro; esta alma amante ha merecido su piedad. ¡Oh, instante de amor! ¡Feliz momento! ¡Oh dulce contento que no tiene igual!
A continuación, en este segundo momento, Fígaro, que presume de ser el barbero más famoso de Sevilla y de que eso le abre todas las puertas, se acerca al lugar. Fue antiguo criado del Conde, y además cumple diferentes funciones en la casa del doctor Bartolo, tutor de Rosina. La presentación de Fígaro (Aria de Fígaro) es una de las arias más espectaculares por su complejidad: "Largo al factotum della città" (Abran paso al factotum, el que hace todo, de la ciudad).
La magnífica interpretación del barítono Thomas Hampson, verdaderamente apabullante, ¡bravissimo!
Y la versión traducida...
Que paséis un buen domingo.
Si queréis escuchar la Obertura
¡¡¡Bravissimo!!!
ResponderEliminar¡¡¡Bravissimo!!!
EliminarQuerida Rosa. Me encanta Rossini y aunque no puedo ver los videos, con tu explicación me basta para sentirme en un palco del Teatro Real de Madrid y sobre todo emocionándome con Kraus..
ResponderEliminar¡¡Bravíssimo!!
Y besos musicales.
Ya me encuentro bien, muchas gracias, querida bloguera.
Jajaja, me alegro de que te haga sentir en un palco del Teatro Real. Sí, Kraus emociona y a Hampson lo conocí en el blog de Hoja, me impresionó.
EliminarBesos musicales, querida Militos.
¡Bravo!
ResponderEliminarMe alegro, del ¡Bravo!
Eliminar¡Un beso!!!