Pocos pueblos pueden presumir de un nombre tan sonoro y hermoso como Madrigal de las Altas Torres, patria chica de la reina Isabel la Católica, primera reina de España. Destruida durante la Reconquista contra los musulmanes, fue posteriormente repoblada y el obispo de Burgos le otorgó fueros, confirmados con posterioridad por Alfonso VIII en 1168. En 1447 se celebró en Madrigal la boda de Juan II de Castilla con su segunda esposa, Isabel de Portugal, quienes residieron largas temporadas en su palacio, hoy Real Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, de las madres agustinas. El 22 de abril de 1451 nacía entre sus muros Isabel "la Católica", fruto de este segundo enlace de Juan II con Isabel de Portugal. La futura reina pasó su primera infancia en este palacio (1451-1455) y volvió al mismo repetidas veces a lo largo de su vida.
En el convento yace la infanta Catalina, hermanastra por parte de padre de Isabel (1424); en el también profesaron como religiosas dos hijas naturales de Fernando el Católico (1490).
En este convento Alonso de Cepeda internó, en 1531, a su hija Teresa (Santa Teresa de Ávila) en contra de su voluntad, con la idea de que madurase y se formase. Su estancia será interrumpida, en el otoño de 1532, por una grave enfermedad que la lleva a regresar a la casa paterna. La tutela de María Briceño será esencial en su formación y en su decisión de profesar como religiosa.
Cuando Isabel I alcanzó el trono, en 1474, reunió las cortes en Madrigal, las primeras de su regencia, nombró sucesora a la infanta Isabel y reformó el Santo Oficio.
En Madrigal murió Fray Luis de León en 1591, escritor español de ascendencia judía, catedrático de la Universidad de Salamanca que formó parte de la junta de teólogos encargada de corregir la Biblia.
En el claustro de este convento, se encuentra una placa con la petición que Fray Luis de León realizó desde la cárcel a Ana de Espinosa, religiosa del monasterio:
Y hoy, me he topado, por casualidad, con un maravilloso poema de Antonio Colinas, referido a este Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, poema conmovedor, que me motivó a investigar:
¿Quién fue Doña María?
En Madrigal
No estamos en la era de internet,
ni gira el hombre en torno del planeta;
no es verdad que ahora estén ardiendo los pinares
de Samos y los de otras islas griegas;
ya no se intuye el caos, el fin de todo,
en la eterna y sutil amenaza
de vivir en los límites.
De repente, gracias a este palacio-monasterio
de Juan II, nos hemos trasladado al siglo XV.
Por caminos y campos abrasados
habíamos venido al corazón del sol de Castilla
en busca de una sombra
y en ella hemos hallado
la frescura de un claustro,
lo puro del adobe, la piedra y el ciprés,
la campana callada.
Y en la pared del refectorio grande
(el que tiene por mesas los rústicos tablones),
hemos visto el retrato de una mujer, y en él
una leyenda:
"Ésta es Doña María,
la que murió de éxtasis".
Y, de golpe, ya nada comprendemos
de ese avispero o mundo
que se ha quedado fuera de estos muros
y en el que nos creemos que vivimos
muriendo.
Estancia en penumbra, la frescura
del claustro y de su pozo, la pureza
del adobe, la piedra y el ciprés
la campana callada...
Allá arriba, ardiendo
- como trillada en las eras blancas del cielo calcinado-,
la mies del corazón, los soles de Castilla.
Abajo, en la penumbra, ese jardín
cerrado para muchos.
Y hoy todo nuestro éxtasis consiste
en saber que hubo un tiempo
en el que alguien se murió
de éxtasis.
Antonio Colinas
Un poco de historia sobre el Monasterio
El Palacio de Juan II, actual monasterio de Nuestra Señora de Gracia, donde nació la reina Isabel de Castilla, más parece la casa de un hidalgo castellano que la residencia de un rey. Su construcción data del siglo XV. Entrando en la villa por la puerta llamada de Peñaranda se accede a una hermosa plaza de armas con una cruz de piedra, a modo de humilladero, en un lateral.
Dormitorio real donde nació Isabel la Católica
La esposa de Alfonso XI, doña María de Portugal, dejó en testamento este palacio a su hijo Pedro I el Cruel, que vivió en él a menudo. Posteriormente, Juan II lo recibió en herencia de su madre, doña Catalina Lancaster, esposa de Enrique III. Juan lo usará como palacio de descanso, pasando aquí grandes temporadas y cambiando la fisonomía de la villa ya que la corte, siguiendo a su rey, construiría en los alrededores sus villas y casas solariegas. Aún quedan vestigios de casas nobles con sus escudos, patios y plazas.
Y, ¿quién fue Doña María? Dña. María Belón:
Dña. María Belón, profesa el 3 de mayo de 1557, siendo priora Dña. María de San Vicente, maestra de novicias Dña. Bernardina de Cárdenas (¿emparentada con Dña. Teresa?) y vicario fray Francisco de Nieva. Fue la fundadora, con San Alonso de Orozco, del monasterio de Talavera de la Reina del que sería la primera priora. Es tradición su esmerada vida contemplativa, su amor a la fraternidad.
Fue también, junto con otras damas reales, monja profesa de este Monasterio de Santa María de Gracia. Era habitual en aquella época, que las hijas naturales de reyes y nobles, así como las damas que no encontraban marido apropiado, o bien sentían vocación por la vida contemplativa, se decidieran por profesar en las órdenes religiosas.
Se dice que «entregó su espíritu al Señor arrodillada». Este cuadro del Monasterio de Santa María de Gracia, la representa en esa posición ante una imagen de la Virgen María. Éste es el retrato y la leyenda del conmovedor poema de Antonio Colinas.
Que maravilla, Rosa, me encantan estas historias de España que no se conocen. El Monasterio es precioso, dan ganas de retirarse en él y con esa solera de el nacimiento de Isabel la Católica...
ResponderEliminar¿Crees que todavía existirán esos polvos de doña Ana que pide Fray Luis de León para los bajones? necesito unos pocos.
Magnífico el post!!
Besiños muy requetemerecidos.
No conozco el Monasterio y al leer el poema me cautivó.
EliminarPuede que existan, lo miraré, parece que los pedía muy convencido de que eran buenos, ¿de qué estarían compuestos? Me dejó intrigada...
Eres muy agradecida, besiños requeteagradecidos para ti.
Fantástica lección de historia. ¡Muchas gracias, seño!
ResponderEliminarLo que da de sí un poema ¿verdad?, me encantó descubrirlo.
EliminarUn beso, querida amiga.
Interesante entrada, querida Rosa.
ResponderEliminarHe aprendido mucho.
Y el poema, inmenso.
Abrazos
Un beso para ti.
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