Madonna con los ojos bajos. Adalbert Begas
Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...
¡Señor del cielo,
nace esta vez en mi alma!
Juan Ramón Jiménez
Buena versión del Ave María.
ResponderEliminarSí, no la conocía, es nueva.
EliminarUn beso.
Es una delicia leer poesía de Juan Ramón Jiménez.
ResponderEliminarUn alma tan atormentada se libera en el arte.
Él es un ejemplo.
Besos, querida Rosa
Una verdadera delicia. Es verdad, su vida conmueve, pese a su enfermedad, escribía sin desmayo. "El martirio de escribir", lo llamaba. "Escribir poesía es aprender "a llegar" a no escribirla", decía. Una delicia y un ejemplo.
EliminarUn beso, querida Verónica
Jesús, el dulce, viene...esperemos le con nuestra Madre...en silencio...de rodillas...anhelantes...¡¡Gracias Rosa !! Me ha elevado tu post.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, así, querida amiga.
Eliminar¡Gracias a ti!!!
Un beso
Esta madona de los ojos bajos tiene la mirada de madre, me gusta mucho.
ResponderEliminarY el poema de Juan Ramón un preludio de Navidad.
Espero que puedas descansar en vacaciones, Rosa, vuestro trabajo también puede ser una bella poesía, aunque a veces cueste sudores y lágrimas rimarla.
Muchas gracias por tu comentario, querida amiga, me ayuda mucho saber que sientes como yo.
Besiños