domingo, 22 de junio de 2014

Anima Christi



 
 
Poema del alma. Primera Comunión, Louis Janmot



Anima Christi, Alma de Cristo, es una oración devocional muy conocida en la Iglesia católica. Su origen se remonta a la primera mitad del siglo XIV y se enriqueció por las indulgencias otorgadas por el papa Juan XXII en el año 1330. Su autor es desconocido. Existe la creencia general de que fue escrita por san Ignacio de Loyola, ya que la incluyó al principio de su escrito "Ejercicios Espirituales" y la recomendaba constantemente. Sin embargo, se sabe que no es cierto, ya que se ha encontrado en varios manuscritos, algunos escritos antes del nacimiento del santo. En el presente, continua siendo una oración muy utilizada para después de recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la sagrada Comunión.
 
 
 
 
 
Alma de Cristo, santifícame,
Cuerpo de Cristo, sálvame,
Sangre de Cristo, embriágame,
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti,
para que con tus santos te alabe,
por los siglos de los siglos.
 
Amén
 
 
 
Odilon Redon ~ Portrait of Simone Fayet in Holy Communion, 1908
Retrato de Simone Fayer en la Primera Comunión, Odilón Redon
 
 
 
Procura que tu unión con Jesucristo sea cada día más íntima, con la participación en el santo Sacrificio y la comunión sacramental. Que tu vida llegue a ser de verdad vida de la Vida.
   
María Josefa Segovia, La gracia de hoy, pág, 276
 
 
 
 
La Primera Comunión, Elizabeth Nourse (1859)
 

Y reza un conocido y preciosísimo canto:
 
Un amado tengo yo
tan fino y enamorado
que porque le amara yo,
se quedó sacramentado...
 
 
 
Para Miriam, con mucho cariño, en este día tan maravilloso para todos. 
 
 
 
 
 
 

2 comentarios :

  1. He tenido un fin de semana muy ocupado, de nietos, y no he podido leerte, pero esta entrada me ha emocionado, Rosa, es una belleza y las imágenes te llegan alma, cuanta devoción en ellas a Jesús Sacramentado.
    El contenido de nuestra fe católica no lo hay en ninguna otra. ¡Gracias, Señor y Dios nuestro!
    Y gracias a ti, querida amiga, siempre me haces vibrar y aunque me causen lágrimas, benditas sean.
    Dios te guarde, Rosa.
    Un beso enorme

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    Respuestas
    1. Fue un día muy bonito, muy hondo.

      Eres una abuela, abuela, de las ejemplares. Eres un regalo para todos.

      Querida Militos, qué bien habernos encontrado.

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